El Puerto de Motril avanza en su aventura de convertirse en escala de cruceros con un as en la manga, la Alhambra, y con un pequeño y salvable inconveniente, su inexperiencia en esto de abrir las puertas a afortunados viajeros que surcan los mares rodeados de comodidades.

La dársena motrileña, más acostumbrada a graneles que a extranjeros, lleva dos años y medio trabajando con intensidad para introducirse en el mercado crucerístico. Y como en todo, el tiempo es el que va abriendo las puertas y creando las oportunidades.
El puerto granadino, aunque ahora sopla viento a su favor, es consciente de su capacidad. Sabe que seguirá siendo escala de cruceros, nunca cabeza o cola y que Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga son titanes a los que es imposible parecerse.
Aun así, dentro de sus posibilidades, el Puerto motrileño está protagonizando grandes avances y durante el 2011 recibirá a cuatro nuevos cruceros que se sumarán a la lista de habituales, una decena. Además, estos barcos serán de un nivel superior y contarán con una eslora de hasta 300 metros, mientras que los que llegan en la actualidad están entre 80 y 100 metros.
5.000 pasajeros
Gracias a estos nuevos cruceros, se pasará de los 1.800 pasajeros de este año a unos 5.000. Así, los cruceros Renaissance Passage, Azamara Journey, Prinsendam y The World ayudarán al Puerto a dar «un salto cualitativo y cuantitativo».
The World es un crucero compuesto por pasajeros millonarios que han comprado o arrendado uno de los 165 departamentos privados del barco y que viven navegando todo el año rodeados de lujos... y vendrá a Motril en septiembre de 2011.
El trabajo del Puerto ha consistido en promocionar el destino, ya que, los cruceros paran en un lugar o en otro por las excursiones que puedan ofrecer a los pasajeros. Así, la dársena motrileña se vende como un lugar tranquilo desde el que acceder a la Alhambra, pero también desde el que conocer la Costa Tropical, el cultivo de la caña, la Alpujarra, los vinos granadinos y hasta Úbeda y Baeza.
Uno de los objetivos de la dársena era reivindicarse como el puerto natural por el que acceder al demandadísimo monumento nazarí y parece que poco a poco lo va logrando. La competencia es feroz, ya que Málaga y Almería también venden su cercanía con el Patio de los Leones. Desde que se abrió la autovía, nos hemos convertido en el Puerto de la Alhambra.
En 35 o 40 minutos los pasajeros de un crucero pueden estar visitando el monumento. Todo un lujo. Y gracias a unas comunicaciones que hace ya muchísimos años deberian haber estado terminadas.
Aunque se está a años luz de puertos turísticos importantes, podría ser una buena "piedra de toque", un buen comienzo para captar más turismo desde la costa granadina y que ésta sea explotada a su vez a través del Turismo de la Costa Tropical (Motril, Salobreña, Almuñécar...), asi como del Puerto de Motril.
AG