Se ha convertido en la mayor concentración hippy de toda Europa.
La Fiesta del Dragón, en el paraje de Los Cigarrones, en Tablones, anejo de Órgiva, es el punto de reunión de jóvenes y no tan jóvenes que llegan desde diferentes países de Europa con un objetivo común, celebrar la entrada de la primavera con música, convivencia, y como ellos dicen «en armonía con la naturaleza».
Nadie podía pensar que la fiesta, ilegal y no autorizada, pudiese concentrar a más de 20.000 personas como ha ocurrido este fin de semana. Una cifra que supera a la inmensa mayoría de los festivales musicales, algunos de ellos de gran fama, que se celebran en este país.
'El Dragón' es un universo paralelo de tenderetes, música, caravanas, comidas, hogueras, jóvenes y niños, y como sus seguidores dicen: «El imperio del buen rollito».
La llegada de vehículos se inicio hace ya más de una semana, pero fue el miércoles cuando se concentraron en la gran rambla del río Guadalfeo. El primer día de celebraciones aglutinó a más de 4.000 personas. Eran la avanzadilla de lo que se formó la tarde del sábado.
La Guardia Civil teme que se superen todas las marcas y quizás se llegue a cifras impensables, más de 30.000 asistentes. Para ello, mantiene un nutrido dispositivo de vigilancia y prevención, pero no tiene órdenes de actuar para disolver la concentración a pesar de que no esté autorizada, es algo que podría acarrear problemas más graves.
Los agentes han sido desplegados en turnos de día y noche tanto por las ramblas como por las carreteras del municipio. En los controles que se han realizado, han intervenido más de una decena de armas blancas y varios kilos de estupefacientes, aunque en pequeñas dosis para consumo personal.
Organizada
Llama la atención que la Fiesta del Dragón posee una organización perfecta. Hay servicios higiénicos, espacios para las basuras, papeleras, itinerarios entre caravanas, escenarios y tenderetes, e incluso lugares para los niños, pero todos los asistentes coinciden en que «no está organizada por nadie. No hay organizadores que se encarguen de que todo funcione, es la gente la que quiere que vaya bien y se hacen las cosas con lógica», No hacen falta. Aquí van viniendo unos y otros, se van acomodando y a su buen rollito, a convivir y vivir en plena naturaleza. A pasarlo bien, sin meterse con nadie en estos campos.
La realidad es que unos días antes de que se vaya a producir la llegada de la primavera, algunas personas llegan a Los Tablones, el anejo de Órgiva donde se concentran los jóvenes, y se dedican a preparar el terreno, pero sin que puedan considerarse comandados por nadie, sólo por su propio interés y para que la fiesta no muera y cada año sea mejor, dicen.
Lo que no les gusta a estos miles de jóvenes es que les llamen 'hippies'. En realidad no lo son. Esa expresión es la forma de denominar un movimiento cultural y juvenil de los sesenta. No tiene nada que ver con ellos. Ellos también querían la paz y la armonía con todos y la naturaleza, pero de otra forma. Sólo quieren seguir su propia vida, sin etiquetas.
Desde 1997 'El Dragón' ha convertido a la Alpujarra en un referente mundial para miles de jóvenes que buscan un lugar donde poder alejarse y vivir sin ataduras y según sus medios y sus propias normas.
Pero no todo el mundo opina lo mismo, claro que no.
Sobre todo los habitantes de este pueblo alpujarreño de Órgiva.
AG
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